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PRESENTACIÓN DE LOS LIBROS 28010 (ED.
CALAMBUR, 2011) Y PERROS EN LA PLAYA Notas, aforismos y poemas (La Oficina de Arte
y Ediciones, 2011) EN LIBRERÍA PRIMADO (VALENCIA) 11 DE MAYO DE 2012
Marta Agudo es
doctora en filología hispánica, poeta y antóloga, Jordi Doce es doctor en
literatura, traductor, ensayista, blogger, poeta… ambos dos están
entregados y atravesados por una pasión, en este caso correspondida, a la
cultura de la palabra. Ambos viven desde esa conciencia del lenguaje, desde un
presente que no se deja someter por la tradición o el canon hegemónico, del que
absorben, respiran y transforman sus mejores esencias, para exhalar con
singular destreza, precisión y osadía la posibilidad otra de una escritura
intensamente relacionada con el pensamiento, la cotidianeidad y su vasta y heterogénea
experiencia estética, cultural, crítica. Gramáticas por re-elaborar que pueden
chocarnos, que se resisten a una lectura simplista, inmediata, de consumo.
Le decía yo a veces a Stéphane Mallarmé… [Paul Valery] en Matemática tiniebla, genealogía de la poesía moderna (Galaxia Gutenberg,
2010)
«La
facilidad de lectura es regla en las letras desde que reina la prisa general y
las páginas que arrastran u hostigan ese movimiento. Todo el mundo tiende a
leer sólo lo que todo el mundo habría podido escribir.
Por
otra parte, puesto que se trata, al fin, en literatura de divertir a ese hombre
o de hacerlo pasar el tiempo, no pidan esfuerzo, no invoquen para nada la
voluntad: aquí triunfa la creencia, tal vez ingenua, de que el placer y los
trabajos se excluyen.
En
cuanto a mí, lo confieso, no cojo nada de un libro que no me opone resistencia,
no capto apenas nada de él.»
Y, ocurre, con 28010 y con Perros en la playa, que
una parte sustancial del atractivo, de la preciosidad de estas escrituras
reside en esa dificultad, detrás de la cual no hay vacío, banalidad, snobismo,
sino la hospitalidad derridiana con el lector, la autenticidad e inteligencia
de dos «ciudadanos de la palabra».
Vuelvo entonces a solicitar para esta sesión de hoy la más cordial e intensa de
las atenciones. Derivará de ella, en el mejor de los casos, un diálogo
posterior de cada uno de nosotros con sus poéticas, su poesía, su quehacer
creativo y reflexivo. El privilegio de aunar la oralidad que se dará en unos
momentos a la relectura de textos posterior es propicia para constituir una
amistad y un diálogo interior, que nos acompañe un buen tiempo y nos enriquezca
en lo humano e intensifique la conciencia desde ese lenguaje que compartimos y
desde el que la complejidad del presente, del mundo y del yo puede ir
desvelándose, interrogándose cuanto menos. Pero ojo, no sin cierta ironía advierte
Jordi
Doce:
Contra
la escritura como confesión: Que tú necesites decir ciertas cosas no significa
que los demás deban oírlas.
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Contra
la escritura como profesión: Que los demás necesiten oír ciertas cosas no
significa que tú debas decirlas.
Y Marta Agudo, por su cuenta y riesgo, sugiere en Fragmento,
poemario del 2004:
Vértebra
a vértebra yergues el discurso,
geometría del verbo
en verso suspendida.
Ni ebrio origen ni trazo rebosante.
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Nada sustituye ni mejora escucharles en persona leer sus escritos, conversar sobre sus afanes y lecturas, sus proyectos y sus indagaciones o dudas. Por esa comunidad imposible, les damos paso, les acompañamos.
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Víktor Gómez
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