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Presentación de "Siete-Los perros del cielo" en León,
Día 29 de diciembre de 2010, a las 20.00 horas.
Salón de Actos del Ayuntamiento de León, c/ Alfonso V.
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Presentará: Rafael Saravia
Intenvendrá: Yaiza Martínez
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Sobre su poemario, expone la poeta en Tendencias 21:
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Es este libro un mandala o así me lo parece: el lenguaje que despliega alberga reiteraciones fractales e imágenes que se repiten en contextos diversos, dando al conjunto una suerte de "dimensionalidad" significativa.
Finalmente, me pareció un dibujo complejo, un ecosistema de relatos atravesado por una unidad semántica de escalas múltiples (en concreto, siete escalas como los siete colores en los que la luz se parte).
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Leer más, acá.
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La verdad del alma es metafórica
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Partiste la luz en siete colores o te dividiste en siete, de tu condición de cristal a horcajadas sobre los siete perros del cielo: así pudiste segar las palabras de ella en los otros, e introducirlas
en esta cesta de versos
Fue en el momento del sueño, cuando el prisma se enfrenta a la luz, cuando el cuerpo
lucha contra su propia herrumbre
Así conociste la verdad sobre el alma o la trampa de la luz:
aún siendo luz,
al otro lado se parte
Muertos vivientes sujetados a la vida por pinzas de la ropa, seres que comen sobre hojas de palma, un bebé deslumbrado por las alas del ave o el hombre con sombrero que hablaba a los jazmines: todos te oyeron cabalgar.
Partiste en siete la luz, dentro del sueño: pero fue el inicio del canto.
El sacerdote, con su tradicional ignorancia, impuso la explicación unívoca del yo: deja a los espíritus gallináceos picoteando su mijo.
Tú lo supiste: la luz estaba en siete cuerpos,
en la misma vibración de tu lenguaje.
Vuelve al poema
Ahora conoces la trampa de la luz o la verdad del alma es metafórica
se cristaliza en versos
muy lentamente
pronuncian
un número
¿A dónde vas a horcajadas sobre los siete perros del cielo?
al otro lado del cristal
el hombre con sombrero le hablaba a los jazmines
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Siete – estudio de la mandorla
Un recuerdo: aceite en el agua y “el número
es para el arte”,
paciente perro blanco o figura que suspira,
en la cabecera de tu lecho:
“la lógica es cauce para el agua”
- pero no a toda arrastra,
le contesté. Las pulseras cayendo
por mis brazos desnudos-
“he pintado una mancha que decía,
únicamente bajo la vela”
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Al otro lado del prisma,
quería ser la madre de los vientos bajo las mangas anchas
espirales de colores y la punta de los dedos
habría servido para aquel instante la música entre la luz
en los pasillos rojos, las pesadas cortinas,
las ventanas de oro
o la música
del agua
y la poesía, y amar
a varios hombres para la celebración
de un cuerpo del otro cuerpo
en el atril
sobre la partitura
la hija también,
la música del río.
Serviría la libertad para aquel instante
en que las piedras
sólo daban forma a mis pies,
me sostenían
una ramita del mundo
y de la música del mundo
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La sabiduría congregada tras la muerte: recoloca las piedras bajo el sonido del número, tantas veces como pretendas comprender
la trampa de la luz.
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Yaiza Martínez
Víctor, querido, no sabes como te agradezco. Me hace mucha ilusión verme por aquí, con vosotros. Un beso grande
ResponderEliminarLa sabiduría congregada tras la muerte: recoloca las piedras bajo el sonido del número, tantas veces como pretendas comprender la trampa de la luz.
ResponderEliminarme encantó!